Joseph Cornell

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¿Qué lleva a una persona o en este caso a un artista a coleccionar objetos?  En algún momento todos atesoramos algo: canicas, sellos, monedas, cromos por ejemplo  en nuestra infancia, pero cualquier tipo de cosas son dignas de ser coleccionadas. Si busca el significado de coleccionista  aparece definido como la persona que reúne o colecta objetos.

Esto le ocurría a Joseph Cornell, no debería ser considerado estrictamente como pintor, o director de cine, sino que, la palabra que resume toda su vida y su obra es coleccionista.

Cornell es conocido como uno de los máximos representantes del ensamblaje ,es decir sus obras más destacadas son su famosas cajas, estas cajas consistían en marcos de madera  que dentro atesoraban objetos, fotografías, recortes de revistas, etc. En resumen, elementos de diferentes lugares, estilos y épocas que al ser colocados juntos formaban un todo unitario  tanto estético como de significado.

 Parece ser que Cornell era un hombre muy solitario que había heredado de sus padres el gusto por las antigüedades, la música el teatro, así que se pasaba largas horas paseando por las ciudades acudiendo a tiendas de segunda mano, mercados de antigüedades y allí compraba objetos que luego utilizaba para sus fines  artísticos.

Cornell comenzó a interesarse por el arte cuando trabajando de comercial, acudía a  numerosos  museos y galerías, en el año 1931 entra en la Galería de Julien Levy y descubre la obra de Max Ernst, inmediatamente queda fascinado con sus obras y comienza a realizar collages que posteriormente le llevará a Levy a su galería, en donde conocerá a los surrealistas, el surrealismo influyó mucho en su obra aunque su estilo está más centrado en el mundo de los sueños y la fantasía, alejándose de lo que él llamaba la parte oscura de este movimiento en cuanto a temas violentos o sexuales.

Sus obras serán incluidas en la primera exposición de arte surrealista, posteriormente participará en una famosa exposición llamada Fantastic Art, Dadá, Surrealism realizada en el MoMA de Nueva York. Cornell acabará siendo considerado, para muchos, el más destacado surrealista americano.

Las cajas de Joseph Cornell desprenden instantes de magia, son poéticas, sencillas, nos trasladan al mundo de los sueños, a las ilusiones perdidas, son como escenarios de un teatro al que acudes para ir a ver historias. Cornell tenía una gran sensibilidad y colocaba los objetos y fotografías jugando con la textura, la luz. Los objetos dejaban de ser cotidianos para volverse magia delante de nuestros ojos. Una de las características de sus cajas es que muchas de ellas contenían un componente interactivo. Por ejemplo, en una de sus obras realiza un enorme y antiguo castillo, al cual recorta las ventanas y dentro de ellas  coloca cuidadosamente cristales, de modo que cuando nos acercamos a su obra y abrimos las ventanas, nosotros somos los que aparecemos reflejados pasando a formar parte de la obra misma.

En muchas de esas cajas podemos captar la influencia de los cuentos de hadas que leía cuando era un niño, como el mismo confiesa en sus escritos de madurez.

Cornell fue considerado como un gran solitario sin embargo se relacionó y fue amigo de muchas personas importantes de la época del mundo del arte como Max Ernst, Duchamp, Dalí, pero también con bailarinas y actrices a las que les dedicó muchas de sus cajas.

Los temas tratados en las cajas son sus propias aficiones o pasiones, por ejemplo su primera serie pertenece a la llamada Soap Bubble, en ellas pompas de jabón, y burbujas que son efímeras, que pueden desaparecer y lo relacionaba con los planetas, o  su serie Aviary Boxes que consta de 26 cajas en donde trata de explicar el simbolismo entre las aves y la libertad que poseen y las jaulas donde son encerradas.

También pose la serie Medici Slot Machine en donde reproduce obras de artistas que pertenecieron al renacimiento italiano. Otra de sus series está dedicada a la escritora Emily Dickinson, cajas dedicadas a la bailarina Tamara Toumanova, o a las actrices del momento como Lauren Bacall o Greta Garbo.

No podemos olvidar tampoco su etapa cinematográfica, en la que realizó diversas películas experimentales, sin dejar de lado el elemento principal en su obra, utilizaba films de serie B o antiguos, y las reutilizaba, montándolas de nuevo y superponiéndoles música antigua creando verdaderas obras muy inspiradoras y de gran poética visual.

Lo fundamental en la obra de este artista es que cambió la visión del público sobre el tipo de arte y técnica que era el ensamblaje, supo convertir un simple objeto como una caja de madera en una auténtica obra de arte, en un escenario para enseñarnos su mundo más fantasioso, y nostálgico. Con sus obras consigue llegarnos y hacernos viajar a la niñez donde cualquier objeto cotidiano, que a priori no tenía ningún encanto, podía ser visto con los ojos de un niños como un tesoro mágico, que nos transportaba a los lugares donde siempre quisimos estar.

 Más información:
Web del artista
Wikipedia
Cornell en el Thyssen
Sobre sus películas experimentales: artículo, vídeo.