Brassaï

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La niebla, la noche, las solitarias calles de París, son las escenas más conocidas de Gyula Halász, pero también conocemos sus fotografías sobre los prostíbulos, las parejas en sus encuentros nocturnos cuando creen que nadie los ve. Esta elección de temas será fundamental en la carrera de este magnífico fotógrafo considerado por muchos uno de los pioneros de la fotografía moderna y sobre todo pionero de la fotografía nocturna.

Gyula Halász nació el nueve de septiembre de 1899 en Hungría será conocido por el nombre de Brassaï,  que significa nacido en Brassó.

Comenzó en la fotografía de forma autodidacta, primero trabajó como periodista teniendo que solicitar la ayuda de fotógrafos para completar sus reportajes hasta que en el año 1930 decide realizar sus propias fotografías.

Aunque su país natal es Hungría, cuando Brassai es muy joven se traslada a vivir a París, allí su trabajo y su personalidad lo acercan al círculo de los surrealistas, de hecho establece relación primero de trabajo y luego de amistad con varios artistas, por ejemplo Picasso. Participa con ellos en varios números de sus revistas como Minotauro. También tendrá una gran relación de amistad con Arthur Miller, de esta amistad saldrán varias colaboraciones profesionales.

Las fotografías más conocidas de Brassaï son sus famosas escenas nocturnas de calles solitarias cubiertas de niebla o de parejas besándose, o incluso de prostitutas, sin embargo este artista tiene un  tema recurrente en su obra que es menos conocido pero no menos importante. El graffiti. Este tema que podría parecer alejado, a simple vista de sus otros temas fetiche (la noche y los personajes “marginales”), tiene sin embargo una gran conexión, el factor  sorpresa, como una especie de objet  trouvé tan importante en el círculo surrealista, Brassai dedicaba sus horas a caminar por la calle y captar un instante.

Brassaï describe así su elección del tema “La noche sugiere, no enseña. La noche nos encuentra y nos sorprende por su extrañeza, ella libera en nosotros las fuerzas que, durante el día, son dominadas por la razón.”

Brassaï le dedicará al grafiti muchos años de estudio, salía a la calle con una libreta y apuntaba las pintadas nuevas que encontraba y donde estaban ubicadas para volver a fotografiarlas, este trabajo sobre el graffiti  se enmarca entre los años 1933 y 1960. La primera edición de la publicación sobre el grafiti recibirá el nombre de El lenguaje de las paredes. Brassai llegó a realizar un estudio tan minucioso de este tema que fotografiaba cada cierto tiempo el mismo grafiti para ver su estado y evolución.

“Mi único propósito era expresar la realidad. No hay nada más surreal que la propia realidad y si ésta falla en llenarnos de asombro es porque hemos caído en el hábito de verla como ordinaria”.

Una de las características fundamentales a destacar en la personalidad de este artista era  sus inquietudes, comenzó siendo pintor, se dedicó a la fotografía y consiguió hacerse un nombre, publicó cerca de 20 libros y numerosos artículos, una de sus obras más conocidas es Conversaciones con Picasso, que también fue un éxito, incluso realizará varias películas que será premiadas en Cannes.

Si hay algo que no se puede negar en la obra y la vida de Brassaï era su talento, todo lo que convertía se transformaba en oro, algo que no está nada mal para un fotógrafo que lo único que pretendía era  expresar la realidad.

Más información:
Wikipedia
Brassaï en el Centro de Arte Reina Sofía
Artículo en elmundo.es