Hilma af Klint

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Hilma af Klint (1862-1944) tuvo una vida apasionante y llena de misterios. Su obra no fue descubierta hasta el año 1986, por cuestiones que explicaremos más adelante. Esta artista fue una gran desconocida y ahora, gracias a una exposición en el Moderna Museet de Estocolmo, que podemos ver hasta el 26 de mayo, está siendo más conocida y valorada por el público.

 Es una artista sueca que está siendo considerada por muchos estudiosos como la pionera del arte abstracto. Esto es algo realmente importante ya que siempre se consideró a Kandinsky el iniciador de dicho arte, incluso por muchos era su inventor. El descubrimiento de la obra de Hilma está haciendo tambalear las teorías de la  historia del arte, creando una gran controversia, en la que incluso algunos museos y organismos tan reconocidos como el MoMA se negaron a incluirla en su programación. Hilma es el ejemplo más claro del dicho “nunca es tarde…”

Hilma af Klint nació en una familia acomodada, cuando era joven comienza sus estudios primero en la Escuela Técnica de Estocolmo y después, entre los años 1882 y 1887 estudió en la Academia de Arte, hay que destacar que en Suecia las mujeres podían tener una educación artística, algo que estaba prohibido o mal visto en otros países.

Hay un hecho personal fundamental en la vida y el arte de Hilma. En 1880 su hermana pequeña muere, esto la acerca más a las prácticas esotéricas de las que ya era  aficionada, será también miembro de la sociedad Teosófica, ese tipo de interés o aficiones serán fundamentales en su obra.

En 1982 estudiando en la Academia de Bellas artes conoce a otra artista, llamada Anna Cassel, y junto a tres amigas más crean “Las cinco”, este grupo comienza a reunirse y a realizar una especie de sesiones de espiritismo, en las que utilizaban el arte o los dibujos como medios de expresión y comunicación con el más allá. Se anticiparán incluso a alguna de las técnicas que serán después utilizadas por los surrealistas como el cadáver exquisito (dibujando, en vez de escribir) y los dibujos automáticos.

Hay que destacar también que esta artista es como si tuviese una especie de doble vida artística, es decir, creaba sus obras oficiales, retratos, paisajes de estilo oficial, de moda en la época, con los que llegó a ser una pintora reconocida, y después estaban estas obras que creaba en su intimidad y con las que ahora está alcanzando un gran reconocimiento.

Hilma creó sus pinturas como resultado de sus experiencias esotéricas, la artista entraba en trance y creaba dibujos automáticos según ella dictados por el más allá. Este tipo de dibujos se caracterizan por sus figuras geométricas, círculos de colores planos, espirales que nos acercan a su idea del cosmos, del más allá.

Otra de sus obras características, menos abstracta, son la representación de un cisne negro y uno blanco que simbolizan como una especie de yin-yang, representa la unión y lucha entre los opuestos.

Hilma como muchos artistas de la época estuvo influida por diferentes corrientes espirituales (el espiritismo, la teosofía…), y aunque esta práctica era común en la época, la artista se dio cuenta de que el traslado de estas ideas al arte, era algo rompedor, y posiblemente demasiado avanzado para su época. Así que realizó un testamento donde dejaba escrito que sus obras, más de mil trabajos, no podrían ser mostradas al público hasta después de pasados veinte años de su muerte, ya que sólo en aquel momento podría empezar a valorarse o a entenderse.

La primera vez que se vio su arte fue en 1986 en una exposición en el Museo de Los Ángeles, y a partir de ese momento su obra empezó a llamar la atención de los estudiosos del arte.

Para todos aquellos que quieran ver la obra de Hilma, una gran artista, adelantada a su tiempo podrán ir a visitar la exposición que se va a realizar a partir de octubre de este año, en el Museo Picasso de Málaga, que le dedicará una retrospectiva dándole el lugar que se merece en la historia del arte.

Más información:
Hilma af Klint en wikipedia
Exposición en el Moderna Museet
Artículo en elpais.com