Manuel Ferrol

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Varias calles llevan su nombre en Galicia y es que Manuel Ferrol tuvo una vida muy interesante, de la que se podría hacer una película, además fue testigo de grandes acontecimientos históricos, algunos de ellos muy trágicos como la guerra civil o la emigración gallega.

Hijo de un farero, observó el duro trabajo de su familia y como él mismo cuenta “mi infancia, inmersa en la naturaleza, quizás contribuyese a mi mirada a través de la cámara sin yo saberlo”, este hecho de vivir en un faro cerca del mar lo hará espectador directo de números sucesos. Por ejemplo, cuando tan solo tenía doce años, presencia en numerosas ocasiones los cuerpos de los “paseados” en 1936, también cuenta como le impresionaban los cadáveres de los naufragios que iban a parar a la costa, todos estos hechos aportan a su vida una mirada sensible que más tarde se verá reflejada en sus imágenes.

Cuando tiene veinticinco años decide trasladarse A Coruña para estudiar en la Escuela de Náutica, carrera que abandona porque descubre su pasión, la fotografía.

Siendo todavía muy joven abre su primer estudio de fotografía en Betanzos, dedicándose en un primer momento a realizar retratos de niños a domicilio, posteriormente se trasladará a Ferrol, consiguiendo cada vez encargos y trabajos más importantes.

En el año 55 regresa A Coruña y a partir de este momento consigue trabajar para numerosos medios como La Gaceta Ilustrada, Arriba… e incluso formará parte de equipo técnico en alguna película.

A pesar de todos estos trabajos, un encargo será fundamental para el reconocimiento a nivel internacional de su obra: en noviembre de 1957 le encargan a Manuel Ferrol documentar el embarque de los emigrantes gallegos en la estación Marítima de A Coruña, aquí realiza su famosa serie Emigración que dará la vuelta al mundo. Su fotografía más famosa, es el mejor ejemplo de del sufrimiento y la tristeza que produce la emigración, en un momento en que uno de cada tres gallegos tenía que marcharse. En la imagen podemos ver un padre que abraza a su hijo, llorando desesperadamente al ver a la mujer de este y sus hermanos partir, esta imagen se convertirá en el icono de la emigración. Siguiendo con esta vida tan asombrosa, que como ya dijimos anteriormente podría inspirar la mejor de las películas o de las novelas, Manuel Ferrol llegó a conocer a los protagonistas de esta famosa imagen, muchos años después.

Sus fotografías producen sentimientos, te trasladan a diferentes momentos de la historia de España, y no dejan indiferente a nadie, de hecho, otra de sus fotografías también sobre la emigración, es tan impactante que inspirará a un director gallego a realizar una película, la fotografía representa a una mujer ya de mediana edad que se volvió loca y espera todos los días en la puerta de su casa el regreso de su novio que siendo joven emigró y le prometió que volvería.

Otra serie de fotografías será también muy destacada en su momento, será el reportaje del secuestro del trasatlántico “Santa María” una vez liberado.

Todas estas series hacen que Manuel Ferrol empiece a labrase un nombre en el mundo de la fotografía y en 1958 se va a estudiar fotografía en el Hamburger Photo Schule, y al año siguiente conseguirá ser nombrado corresponsal de TVE.

Otra de las maravillosas anécdotas en la vida de este fantástico fotógrafo es la creación en el año 64 de una cámara espía para una empresa de moda textil, de esta forma podían acudir a los desfiles  con la cámara camuflada en un libro.

En 1965 conseguirá mediante una oposición un puesto en el NO-DO, esto todavía hará crecer más las anécdotas que envuelven su  biografía, como reportero de la vida social de la época, consiguiendo retratar en ámbito más cercano de la vida de Franco en Galicia.

Su personalidad, y sobre todo su talento y técnica hacen que Manuel Ferrol sea el único fotógrafo gallego que aparece en la famosa Historia de la Fotografía de Beaumont Newhall. Su fotografía sobre la emigración dio la vuelta al mundo en una selección de los mejores fotógrafos junto a nombres como Robert Capa o Cartier-Bresson.

Manuel Ferrol murió en 2003 posteriormente recibió numerosos premios y medallas por su trayectoria, y es que su obra nos sigue emocionando, sus imágenes se quedan grabadas en la memoria y te acompañan siempre recordando a este maravilloso fotógrafo que nunca se sintió un artista pero que estaba muy orgulloso de definirse reportero.

 Más información:
Web del fotógrafo
Artículo en laopinioncoruna.es:
Tal como éramos
Artículos en elpais.com:
Manuel Ferrol, fotógrafo gallego
Manuel Ferrol cruza el Atlántico
Artículo en abc.es:
Muere Manuel Ferrol, el fotógrafo que supo captar toda la amargura de la emigración
Artículo en lavozdegalicia.es:
El gobierno rinde homenaje a Manuel Ferrol, Virxilio Viéitez y Manuel Maya en el Día de las Migraciones
Vídeos:
Reportaje
Masters of Photography – Manuel Ferrol

Las imágenes utilizadas para esta galería pertenecen a la web manuelferrol.com.